Hoy hemos llegado a Agramunt.
Sin público, sin prisas. Solo nosotros, la plaza y el tiempo para preparar.
Hemos colocado las luces en el suelo, marcado las entradas y ajustado detalles. Nos gusta probarlo todo en las mismas condiciones que tendremos mañana: el mismo lugar, la misma hora, la misma luz.
Ensayar así nos ayuda a entender el espacio. Vemos cómo se mueve la luz, cómo cambia el aire, cómo responde el cuerpo.
Cada plaza tiene su forma de convertirse en escena, y acercarnos con tiempo forma parte de nuestro proceso.
Por eso pedimos llegar antes cuando nos invitan a un festival. Ese margen nos permite habitar el lugar con tiempo, escucharlo, adaptarnos. Nos gusta trabajar desde aquí: desde una presencia real, arraigada, más que simplemente ejecutada.
Esta noche, la plaza estaba en silencio. Mañana será diferente.
Será compartida.
326 MORMURS no busca responder nada, pero se abre al encuentro.
» Miércoles 17 de julio, 21:30h en Plaça Pare Gras, Agramunt
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