Collecting material for Resoant

Esta última semana hemos comenzado la investigación para Resonant, un proyecto centrado en el diábolo. El objetivo ha sido identificar material en bruto, movimientos esenciales que servirán como base para el desarrollo futuro. No se trata de pulir trucos o buscar resultados inmediatos, sino de encontrar aquello que resuena, aquello que tiene potencial para transformarse. A continuación, presento un resumen de las ideas y conceptos que han surgido durante este proceso inicial.

Explorando movimientos fundamentales

Esta fase inicial se ha centrado en comprender cómo interactúa el diábolo con el cuerpo y el ritmo. La exploración ha sido práctica, buscando movimientos que, aunque simples, tienen potencial para desarrollarse más adelante. No buscamos resultados cerrados, sino puntos de partida que puedan sostener el trabajo que vendrá.

Agarre de palillos chinos

Sujetar los palos como si fueran palillos chinos cambia por completo la dinámica del movimiento. El control pasa a la muñeca, generando trayectorias más circulares y flexibles. Este agarre facilita recepciones más naturales y transiciones menos forzadas, ofreciendo un mayor margen de adaptabilidad. Nos interesa lo que esta técnica aporta: precisión sin rigidez y un control que se adapta al comportamiento del diábolo en tiempo real.

Envoltorios de trucos

Hemos aplicado el concepto de envelopes, propio de la música, para analizar los trucos a través de cuatro fases: ataque (attack), decadencia (decay), sostenibilidad (sustain) y liberación (release). El ataque es el lanzamiento inicial, el momento en el que se genera la energía que impulsa el movimiento. La decadencia marca el punto más alto, el clímax del truco. La sostenibilidad se centra en la caída, en cómo el movimiento empieza a perder intensidad pero sigue presente. La liberación es la retención final, el cierre que permite preparar la transición a la siguiente acción.

Esta perspectiva nos ha ayudado a ver los trucos que ya hacíamos de una manera completamente diferente, analizando su ritmo interno para ajustar las dinámicas y encontrar nuevas posibilidades de evolución.

Oscilaciones del diábolo y el palo

Hemos explorado la aplicación de las oscilaciones, un concepto tomado del trabajo con mazas y poi, al diábolo. Probamos dos variantes: hacer que el diábolo actúe como el extremo del movimiento o que lo haga el palo. Este enfoque nos permitió generar mini soles y oscilaciones tanto de la cuerda como del palo, abriendo nuevas dinámicas y ritmos dentro del sistema.

La alternancia entre los dos extremos redefine el peso y la trayectoria, aportando variaciones sutiles pero significativas a la forma en que controlamos e interpretamos el movimiento.

Tirabuzón de pierna con liberación del palo

En este movimiento, es la pierna la que gira alrededor de la cuerda, como si desenroscara una tapa o siguiera el trazo de un tirabuzón. Esta acción crea una torsión controlada que culmina con la liberación del palo. El movimiento de la pierna alrededor de la cuerda genera un desplazamiento preciso y estructurado, donde la tensión se descarga de manera fluida en el momento de la liberación.

Construcción de composición visual

Fuimos más allá de los trucos individuales para explorar cómo los diábolos pueden dar forma al espacio. Este trabajo no trata el malabarismo como una serie de movimientos, sino como una forma de construir y romper patrones. Nos centramos en las disposiciones, la simetría y el equilibrio entre la quietud y el movimiento. Estos ejercicios nos permitieron pensar en el malabarismo como algo más grande que el momento del truco en sí, conectando los objetos, el cuerpo y el entorno en un ritmo visual compartido.

Simetrías con la mano no activa

La mano no activa suele quedar en segundo plano, pero hemos querido explorar cómo puede contribuir al equilibrio y la simetría del movimiento. Su presencia puede generar un diálogo visual con la mano activa, creando gestos que acompañan y amplifican el ritmo general. Esta exploración resalta el valor de la mano no activa, no como un elemento secundario, sino como parte integral del movimiento global.

Paisajes con quince diábolos

Este concepto transforma el malabarismo en un estudio del espacio y la forma. Con quince diábolos, los dispusimos en estructuras estáticas y en movimiento, centrándonos en cómo ocupan y transforman el espacio circundante. Estos no son patrones tradicionales de malabarismo, sino composiciones visuales que destacan el equilibrio, la densidad y la alineación. El objetivo es crear una sensación de movimiento a través de la colocación y la interacción, tratando los diábolos como elementos de un paisaje espacial mayor. Se trata de cómo los objetos se relacionan entre sí, con el intérprete y con el entorno, creando un lenguaje visual dinámico pero compuesto.

Equilibrio de banderas vacías

El enfoque de «Banderas Vacías» se centra en crear formas geométricas limpias utilizando la cuerda del diábolo y los palos. El énfasis está en la tensión y el equilibrio, con un movimiento mínimo, permitiendo que las herramientas formen estructuras que resaltan el espacio negativo. En este concepto, el intérprete da forma y sostiene estas formaciones, creando momentos de quietud que contrastan con secuencias más dinámicas. No se trata de malabarismo en movimiento, sino de enmarcar el diábolo y las herramientas dentro de una composición visual controlada.

Fotos de esta entrada por Teresa Santos y Dídac Gilabert