Este diciembre estuvimos en residencia en La Cascade, en Bourg‑Saint‑Andéol, dentro del Pôle National Cirque. Un espacio de trabajo limpio y directo, ideal para hacer pruebas con detalle. Allí continuamos el trabajo de Dame du Cirque, y por primera vez ensayamos con los vestuarios de la colección Sherpa, diseñados por Miriam Ponsa.
La colección Sherpa está inspirada en los porteadores y guías del Himalaya. Aparecen temas como la carga, el relieve, el clima, la resistencia y la convivencia con el límite. El cuerpo es central: cómo se mueve, cómo soporta, cómo aguanta. Eso nos resonó enseguida. Dame du Cirque también parte de esas tensiones. Habla de un cuerpo en situación extrema, de una memoria física, de un entorno que pesa y acompaña a la vez.
Las piezas de Miriam trabajan con materiales que evocan todo esto sin literalizarlo: lana gruesa, relieves con guata, capas que se superponen como caminos, y texturas que hacen referencia al territorio. Nos interesaba ver cómo funcionaban en escena. Y pudimos probarlo — en movimiento, con luz y ritmo.
Pudimos trabajar con los vestuarios puestos durante los ensayos. Eso nos permitió ver cómo se movían con el cuerpo: si las mangas interferían, si el peso de las piezas condicionaba algún movimiento, o si era necesario ajustar alguna abertura para poder respirar mejor. Nos gustó que fueran cálidos y complejos; añadían una textura que recordaba la alta montaña. Nos hacían sudar, y eso se notaba en escena. Se veía el esfuerzo. No lo decidimos desde una idea, sino desde la práctica. La residencia nos dio tiempo para hacer pruebas concretas y tomar decisiones sobre cada detalle.
Gracias a Miriam Ponsa por confiar en nosotros y por compartir una colección tan viva. Y gracias a La Cascade por acogernos y facilitar un espacio de trabajo real.
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